23 febrero 2010

Algo cambia y todo sigue igual

Creé este blog un día en que me hallaba repleto de santa indignación y santa era por lo tanto la voluntad que pretendía expresar más o menos regularmente en este medio. Ahora ese título me parece demasiado rotundo y brusco y tras el gesto clamoroso del bigotudo personajillo no quiero mantener ese título, pese a que se supone que un nombre lo es para siempre.

Soy más modesto en mi expresión, pido disculpas a los dos o tres lectores que pueda tener y expongo mis puntos de vista bajo un rótulo más sosegado.

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