26 junio 2012

Sánese quien pueda

Sentía yo cierta vergüenza ajena cuando, durante el anterior gobierno, alguien afín al PP sacaba a relucir esa joya que se llamaba Bibiana Aído como ejemplo de incompetencia, y la verdad es que no sé si este personaje mostraba una inteligencia excepcional en su conversación privada, pero era evidente que en sus declaraciones públicas se manifestaba como una lenguaraz y redomada imbécil.

Todo ese sentimiento de bochorno, de mala conciencia, ha desaparecido gracias a quien adorna el actual gobierno con su presencia: no, no estoy hablando de quien ocupa la cartera de ministro de Empleo y Seguridad Social, la ilustre Fátima Báñez, quien confía salir de la crisis encomendándose a la vírgen del Rocío, me estoy refiriendo a Ana Mato, esa superdotada que dirige el Ministerio de Sanidad, cuyo mayor mérito curricular es no haberse dado cuenta de que en su garaje había un Jaguar, (objeto que a cualquiera le puede pasar desapercibido y yo mismo no estoy seguro de que no haya otro en mi cuarto de baño) y haber calificado de analfabetos a todos los niños andaluces –así, hablando alto y claro- aunque se mostraba comprensiva al añadir que no era de extrañar puesto que esos niños “estudiaban sentados en el suelo”. Algo así como las escuelas bantúes en el siglo XIX, situación imputable como es natural a la desastrosa gestión del gobierno andaluz que, mire usted por dónde, casualmente no pertenecía ni pertenece a su partido.

Esta creación máxima del género humano, esta iluminada incapaz de dar una conferencia de prensa (aquí puede verlo) sin producir la impresión de encontrarse bajo la influencia de una ingesta excesiva de destilados de elevada graduación, es la que está decidiendo cómo es y cómo va a ser la que todavía y por poco tiempo llamamos “sanidad pública”. Es ella la que va a imponer ese truco de trilero que se empeñan en llamar copago aunque muchos hayan denunciado ya que más bien debe llamarse repago, puesto que la sanidad pública es algo que ya hemos pagado entre todos los trabajadores y precisamente con unas aportaciones que no pueden considerarse reducidas.

Las brillantes ideas que esta lumbrera propone van desde la eliminación de la prescripción de casi 500 medicamentos habituales en personas mayores, a su sustitución por lo que llama “remedios naturales” (espero que no se incluya la santería o el vudú), al pago de una tasa por visita médica, y elevación en el porcentaje que el paciente paga sobre el precio de las medicinas, que oscila entre el 50% o 60% en el caso de los trabajadores activos (hasta ahora el 40%) y un 10% en el caso de los pensionistas -sí, esos a los que prometieron no tocarles la pensión- con unos topes mensuales, en este último caso, que oscilan entre los 8 y los 60 euros mensuales, disponiendo que en el caso de exceder este máximo la administración le devolvería ese importe antes de 6 meses, mediante un sistema de control y cálculo del que todavía no se tiene una idea cierta. Vamos, que ya pueden despedirse de ese dinero…

Decía yo en una entrada anterior que parecía un aviso que el principal banquero de España se llamase Botín, pero ¿no es pavoroso que quien tiene a su cargo el cuidado de nuestra vida y salud se llame Mato?, ¿no parece una declaración de intenciones?

De las listas de espera mejor ni hablar, todavía recuerdo cuando hace años Esperanza Aguirre prometió en su "programa" electoral reducir o eliminar esas listas o de lo contrario dimitiría y lo único que ha hecho es amañar las listas de tal manera que ni en Europa admiten sus cifras.

Pues señores, esto es lo que hay, lo que vamos a tener desde ya y lo que seguirá empeorando gracias a que la prioridad fundamental de este gobierno, al que muchos votaron para que nos sacara de inmediato de la crisis, sigue siendo hipotecar a todos los españoles para disponer de medios económicos con los que financiar la banca, mientras los directivos de ésta corretean de acá para allá con sus indemnizaciones y pensiones multimillonarias, sin miedo a la justicia, que para esto sí que tiene una venda en los ojos (y estos directivos disponen de amiguetes donde hay que tenerlos).

¿Es que alguien sabe del inicio de una demanda contra Rodrigo Rato por incompetente y ladrón?, ¿alguien sabe de alguno de esos directivos de los chiringuitos que eran las cajas de ahorro o de bancos arruinados que haya ido a la cárcel?

Termino repitiendo lo que con frecuencia mis amigos me oyen afirmar: la última legislatura del PSOE fue un auténtico desastre, pero los que vinieron a arreglar la situación están demostrando ser infinitamente peores, como cualquiera podía prever, teniendo a su frente a ese líder intachable y preclaro llamado Mariano Rajoy, auxiliado por su inseparable camarilla.