22 febrero 2015

La letal Alemania

Laboriosos alemanes ejerciendo de tales,
menos uno que dispara contra Zeus
Que los alemanes son laboriosos, organizados y disciplinados es algo que no creo que nadie discuta, pero de ahí a tenerlos como referente a imitar por parte de cualquier país va una distancia enorme. Incluso convendría que los medios de comunicación dedicasen su atención a abrir los ojos de la ciudadanía, habitualmente convencidos de que si todos fuéramos como Alemania otro gallo nos cantaría.

Para empezar, parece que nos olvidamos constantemente de que ese país modélico es el principal actor de las dos guerras mundiales y directamente provocó la segunda, cuyo saldo fue una Europa arrasada y arruinada y casi cien millones de muertos, sin olvidar que probablemente sin la ayuda de Hitler no habría habido guerra civil en España, pues la cosa se habría limitado a un golpe de estado que, al fracasar, no habría pasado a guerra al no disponer los golpistas de armas y apoyos. Como travesura, la aventura de los alemanes no es una minucia y creo que hace que esa balanza con la laboriosidad y disciplina de un lado se incline hacia el opuesto, el de los daños y consecuencias de su belicosidad. Ni siquiera los turcos en su etapa más agresiva (siglo XVII), Napoleón cuando invadía todo, o los españoles cuando les dio por declararle a guerra a todos los que no iban a misa, causaron un daño parecido. Una cosa es que dejemos a un lado la mortandad causada por los alemanes no es cosa de pensar en ello cada día al levantarnos y otra muy diferente que lo olvidemos. Recuerdo lo que decía Woody Allen en una de sus películas: cada vez que escucho a Wagner, me entran ganas de invadir Polonia. Puede que no se llegue a tanto, pero así se mueven más o menos esos ciudadanos a los que tanto admiramos.

Da que pensar lo que descubro según leo la historia de ese país modélico y hoy llega la gota que colma el vaso en forma de un artículo periodístico donde se desmenuza cómo Alemania se ha comportado en lo relativo al dinero, con detalles que en su mayoría he podido comprobar en otras fuentes.

Por abordar sólo el problema más inmediato, resulta que sólo la deuda con Grecia contraida con motivo de los daños causados durante la ocupación alemana alcanzaría y superaría la actual deuda griega a la Unión Europea, de hecho el economista francés Jacques Depla, asesor del gobierno de Sarkozy, la estima en un valor actual superior a los 575.000 millones de euros, 162.000 millones según otras fuentes claramente moderadas. Pero es que hay más. Durante esa ocupación, con un gobierno títere impuesto por Alemania, se obligó a Grecia a concederles un préstamo equivalente a 3.000 millones de euros actuales (476 millones de marcos de entonces), que nunca ha sido devuelto. "Si se aplica –se dice– el interés medio de los bonos estadounidenses como punto de referencia, la cantidad que Alemania debería pagar a Grecia sería de 163.800 millones de dólares", otras fuentes más templadas lo cifran en 54.000 millones, creo que sin contar intereses.

Alguien podría inclinarse por exclamar, ¡pero por favor, esa deuda es de cuando Alejandro Magno! Pues ni mucho menos; ni las finanzas internacionales tienen un tempo como el que tenemos las personas, ni las deudas se perdonan por las buenas. Como ya decía otro día, no ha sido sino hasta 2010 que Alemania ha terminado de pagar la deuda que tenía con sus acreedores al terminar la 2ª GM y que en parte provenía de la 1ª GM. No quiero ser pesado, pero es bueno volver a decir que esa deuda tuvo una quita del 62,6% y que Grecia (y España) estaba entre los que perdonaron. Supongo que no tuvo otra opción, como la España franquista.

Es peligroso meterse a comentar nada relacionado con Israel, pero no está de más recordar también que desde 1951 Alemania sigue pagando indemnización a Israel por los judíos muertos durante la guerra, según el Acuerdo de Luxemburgo. Se trata de un caso insólito en el derecho internacional, puesto que Israel no existió como país hasta 1947. Claro que no es lo mismo indemnizar a los poderosos judíos que a los débiles griegos.

No es tan difícil ni milagroso que un país se recupere tras una guerra terrible si, como Alemania, recibe el perdón de buena parte de sus deudas y las enormes ayudas que le llegaron con el Plan Marshall, ése que nosotros vimos pasar de largo porque aquí los fascistas seguían en el poder.


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